Visita Miranda por una semana. Llamé y concerté una cita (la voz era muy agradable y habló con mucha educación).
¡Toda la reunión se llevó a cabo en un formato fantástico! Veníamos con regularidad, una tormenta de emociones y placeres positivos. Resultó que la niña nunca había trabajado en Moscú, pero tenía la capacidad de complacerse. ¡Realmente vale la pena una visita!